Picurú

Llorar.
Tiraba la cara contra el suelo y decíase: "no hay barreras"
Y el refugiau' sólo pensaba en una cosa: "¿Cuán patética puede tornanrse la vida hoy?"
Luego, el anochecer borraba el cielo luminoso para dejar al descubierto las íntimas sombras.
Y los fonemas se cruzaban entre sí formando estrepitosos tormentos.
Volvían al puerto los héroes sin poder partir.
El río se separa en tiempos remotos de la historia y un centro infinito. Trampa sin trucos.
Callaron los internos y se escuchó en la lejanía un sumbido; la carreta clonando hogares o quizá mutilando una víctima...
Velan.

¿Cómo es?
Tratamos de ser algo.
Y olvidamos de ser nosotros.
Olvidamos que el futuro es impredesible.
Olvidamos que las estructuras se desarman.
Olvidamos que los límites no existen.
Olvidamos tratando de recordar leyes inexistentes.

Hambre.
Salía de dolores internos, el estómago se revertía logrando prontamente voltear el cuerpo entero. Era una bolsa que iba escupiendo sangre, órganos, huesos, líquidos, etc.
La persona encargada de vivir allí sufría de un desgarre de pieles, viendo con sus ojos como se auto-destruía.
Todo debido a su poder de auto-convicción. Una vida entera entrenándose para ese fin. Pues hoy lo logró.
De seguro que no murió, tal era su poder que hasta se confía en una resurreción gloriosa.

Pre-gripe.
Nueve de la noche, lluvia.
Piloto y paraguas.
Sin divisar rostros venideros, sin prevenir quién hay detrás.
Paisaje lúgubre.
Viento y vuelo.
¿Mary poppins?

Ideología del s.XXI
No sé si es por tradición.
Ya tanto todo que hoy sigo una cultura regida de costumbrismos. Sin ganas de mirar otras doctrinas me adapto día a día a la misma, viciándome del olvido y el atajo.
Si se trata de efectos y defectos: miro el segundo y luego renazco de toda situación anterior. Dejando así impecables recuerdos defectuosos y visiones optativamente vulnerables.

Porquería de día.
Siendo así la tortuga azul se fue de compras. Llevose del lugar: un poco de apio y remolacha.
Pasadas las tres, preparó las píldoras para la noche. Separó tres tarros según el ingrediente...
El primero era de apio: para preparar píldoras apiodisadas necesitaría de un pájaro madre, puesto que ésta masticaría el apio para luego regurgitarlo sobre su respectivo recipiente.
Para el segundo, sólo necesitaría agua y a sí misma: mojaría con el líquido su caparazón formándo una pasta color azul desteñido, reposaría la remolacha sobre ella y, cuando ésta absorviese ambas tonalidades, comenzaría a picarla hasta que se forme una pasta (sin grumos).
Para el tercer y último tarro, la tortuga (semidesnuda, a falta de caparazón) Tomó un envase de píldora que le sobraba y simplemente lo cerró, quizá vacío...

El viejo truco.
Era color violeta y estaba dispuesto al borde de un abismo.
Dentro del viento estaba su inseguridad dormida. Y en cada vendaval éste tambaleábase sobre su base.
Siempre en su posición reversiva, sin tener porqué dejarse caer sobre tales destinos.
Multiplicábase sobre la punta del allí, e infinidad de tonalidades veíanse surjir tal cual lluvia de ensueño.
Florecía su inestabilidad una vez más... un viento recorrió su tierra levantando viejos trucos; Sin ruinas ni reproches este impertinente sin fin cayó, cae y caerá sobre el tiempo.
Y con una lágrima lloraba mientras que otros lloramos con mil.

Tres tipos.
Un loco nunca es abrazado porque todos le tienen cierta clase de temor. Si bien pueden quererlo, admirarlo y demás sigue siendo clasificado como un "aparato", alias demente.
¿Quién habría de abrazar a un "artefacto"? Sólo su respectivo maníaco. A quienes los "normales" clasifican de ese modo, un término que va más allá de la locura que lleva encima el aparato.
Pero entonces, si el loco no es abrazado por el resto ¿Por qué dejaríase abrazar por un maníaco? Llegando a una conclusión:
La gente no abraza a alguien con mayor grado de demencia encima.
Regla de tres simple:
Gente "normal"------->(No abraza)----> al loco
Maníaco----->(Sí abraza)----> al loco.
Repregunto: ¿Por qué se dejaría abrazar por un maníaco, teniendo éste un mayor grado de demencia en sí?
Respuesta lógica e ilógica: La falta de afecto del demente lo lleva a dejarse abrazar por alguien más delirante. La soledad que va creciendo en él busca donde descansar, donde sentirse más normal.
El único refugio es la hiperlocura ajena.

Un espejo circular.
¿Alguna vez alguien de la antigüedad habría pensado un futuro que en vez de trajes metalizados, robots superdotados, autos alados, alimentos pildorizados, ultracomunicación, entre otros; Iba a ser un futuro de reminiscencia, retornos históricos, problemas comunicacionales y demás?

Evolución mental.
De repente, todo es extraño. Y, una vez más, creo: poco entiendo a las tecnologías.
Aunque burlas hago de los cavernícolas personajes televisivos doy cuenta ahora, que para lograr mimetizarse los actores en esos seres prehistóricos, deben usar infinitas tecnologías.
Ahondando más en el asunto, agrego que de esos millares de tecnologías y técnicas nada sé... así que, bastante hipócritas mis pensamientos quizás...