<$BlogRSDURL$>

viernes, abril 02, 2004

Un grito ahogado ha nacido. Un símbolo de renovación.
Un volver a creer en todo. Una "esperanza".
"Dada la índole del mundo, tenemos esperanzas en acontecimientos que, de producirse, sólo nos proporcionan dolor y amargura; motivo por el cual los pesimistas se reclutan entre los ex esperanzados, puesto que para tener una visión negra del mundo antes hay que haber creido en él y en sus posibilidades. Y todavía resulta más curioso y paradojal que los pesimistas, una vez que resultaron desilucionados, no son constante y sistemáticamente desesperanzados, sino que, en cierto modo, parecen dispuestos a renovar su esperanza a cada instante, aunque lo disimulen debajo de su negra envoltura de amargados universales, en una suerte de pudor metafísico; como si el pesimismo, para mantenerse fuerte y siempre vigoroso, necesitase de vez en cuando un nuevo impulso producido por una nueva y brutal desilución..." (Sábato)
Me autocatalogo dentro de ese registro mundial. Quince años de pesimismo para llegar a un positivismo extremo. Entonces, inviértenase las palabras de este autor para todo lo contrario.
En realidad ese "positivismo" es más un realismo y simpleza. Vida constante y estable. Pero, para mantener esa estabilidad, esa base; se necesita de golpes extranegativos y/o extrapositivos.
Voy manteniéndome por una misma línea, sin vueltas complicadas.
Un tema delicado; simple pero frágil; interrumpe, creando una grieta en mi cerebro. Buscando pegamento en algún cajón interno, paso tiempo y tiempo... avanzando cautelosamente y exenta al mundo ajeno.
Rememorizando, retomando ideas remotas. Azotando y saturando mis doctrinas y creencias. Declino hasta explotar, inmiscuirme y aunarme en silencios y gritos de la tierra.
Compáctense simplezas. Complicación aterradora.
Un muro. Un día. Una guerra... Como la lluvia.
"Esperando nacer"...
Una línea eterna, con leves volteretas. Explíquese ahí el mío-mecanismo.

Comments: Publicar un comentario