<$BlogRSDURL$>

martes, mayo 25, 2004

Hambre.
Salía de dolores internos, el estómago se revertía logrando prontamente voltear el cuerpo entero. Era una bolsa que iba escupiendo sangre, órganos, huesos, líquidos, etc.
La persona encargada de vivir allí sufría de un desgarre de pieles, viendo con sus ojos como se auto-destruía.
Todo debido a su poder de auto-convicción. Una vida entera entrenándose para ese fin. Pues hoy lo logró.
De seguro que no murió, tal era su poder que hasta se confía en una resurreción gloriosa.

Comments: Publicar un comentario